Eso de la cultura en un pueblo. (Parte I)

Ciudadela Educativa y cultural Mutambé - Foto de Albeiro Rodas.

En la edición número 61 del periódico El Cooperador  de Julio de  2011 (publicación de la Cooperativa Ricachón Ltda – (Ver enlace abajo) se presentó una editorial  titulada ¿existe una cultura amalfitana? A la que dicho autor dio la respuesta en dicho artículo. Tales argumentos me parecieron pobres y desde el principio me mostré en desacuerdo haciendo una pequeña publicación por este medio al respecto, sin embargo con ánimos de realizar una respuesta seria apenas hasta ahora presento la primera parte de Eso de la cultura en un pueblo.  

Siempre me ha parecido que los conceptos presentados por las organizaciones a nivel mundial respecto a temas específicos como la cultura son un poco elevados y no concuerdan con la realidad de cada rincón del mundo. Es necesario entonces advertir que aun siendo éstas concretas y a veces verídicas no podemos basarnos en ellas para de una vez decir que por ejemplo en Amalfi no hay cultura porque simplemente no se denotan los conceptos que la UNESCO dijo en 1982. (cfr. Editorial Párrafo I) así pues creo yo que es pertinente en este caso no ser tajante en una afirmación tan seria que simplemente rebaja toda la historia de una población. Debo entonces afirmar, en este sentido de conceptos, que en Amalfi existen personas socialmente llenas de cultura a las que poco les importa todo este tema teórico y que desde su cotidianidad viven lo que yo he catalogado como la cultura de lo simple, aquella de levantarse todos los días a cumplir con las obligaciones diarias siguiendo un estilo propio de una región que los ha visto nacer y crecer, o por ejemplo saliendo con sus familias a dar una vuelta al parque principal sintiéndose orgullosos de este patrimonio que se engalana junto con el templo parroquial o en otros casos realizando un tradicional paseo a cualquier sitio eco-turístico solo con la intención de compartir y crear un ambiente sano en la familia. Igualmente y con honor  debemos decir que los amalfitanos tenemos en nosotros la cultura del tigre, aquella que nos enseña a no negar nuestros orígenes en cualquier parte del país y del mundo.

En segundo lugar se habla en el texto de una superficialidad exagerada que siempre tiene como protagonista la inmediatez, para mí tal situación no solo es una dificultad de

Templo ppal de Amalfi (parte de atras) - Foto: Albeiro Rodas

Amalfi sino un problema de todo el país producto de la fuerte intervención extranjera en Latinoamérica que quiere disfrazar sin compasión todas las expresiones culturales de las sociedades. Por ello ya en este punto en específico invito al autor a realizar un esbozo no de Amalfi que sin duda comparándolo con otros lugares se puede decir que ha sufrido poco de este “flagelo” sino de la región en general. Quiero anotar aquí que en el caso que se anota en la editorial respecto a la fuerte influencia minera y mafiosa (cfr. Párr. II, III) concuerdo con lo que se dice y sin querer contradecirme  pienso que éste si es un tema que debe generar alerta puesto que a donde llega desgarra corazones y costumbres.

Con los argumentos que expongo  anteriormente  no quiero cerrar una futura discusión, aunque estoy seguro que esto no es una realidad de todos los amalfitanos y para sustentar esto recurro a las mismas palabras del autor que me fueron enviadas por él en un correo privado: “en Amalfi he corroborado la existencia de un sentimiento regionalista que se expresa de manera extremista y corto de vistas, tal como se pudo observar por las reacciones que suscitó un artículo de prensa de la poeta Piedad Bonnett” debo decir que tal artículo no es de mi conocimiento y me fue imposible comunicarme con ella.

Enlace de la editorial Coopriachón http://www.coopriachon.com.co/publicaciones/cooperador/imagenes/cooperador/cooperador_julio2011.pdf

Espere próximamente la continuación de este artículo.

Un comentario en “Eso de la cultura en un pueblo. (Parte I)”

  1. Julián David, soy una persona que considera fundamental el debate de lo público, siempre que esto se haga de manera racional. Me parece que la discusión argumentativa es de gran provecho para la cultura de los pueblos, y que por lo tanto se debe estimular.

    Por un momento me alancé a entusiasmar con la posibilidad de encontrar en usted un interlocutor válido; pero una persona que es capaz de publicar un mensaje privado desmerece de tal calificativo.

    Me gusta

Deja un comentario